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Brasil se ha quedado fuera de la batalla global por una esmeralda gigante. La Corte Suprema de Los Ángeles descartó este lunes la petición del Gobierno brasileño para recuperar la gema, valorada en 372 millones de dólares, y que en los últimos años también se disputaban varios comerciantes de piedras y empresarios estadounidenses.
La piedra preciosa, que pesa unos 360 kilos y tiene aproximadamente 180.000 kilates, fue hallada en el año 2001 en una mina del Estado de Bahía (Nordeste de Brasil). Desde entonces ha estado rodeada de polémica. El recorrido de la esmeralda es, como mínimo, confuso.
Primero, algunos trabajadores de la mina la trasladaron hasta la ciudad de São Paulo. No está claro qué pasó en esos años, pero, en 2005, según el diario Los Angeles Times, un geólogo y empresario de California que conocía a los mineros recibió la gema. Él asegura que después la envió a Nueva Orleans, donde, en medio de las inundaciones provocadas por el huracán Katrina, se extravió.
Por alguna vía, otro californiano se hizo con ella y la tuvo en su poder hasta 2009. Ese año denunció que había desaparecido de un depósito de seguridad en Los Ángeles.
En otro giro rocambolesco de la historia, un grupo de investigadores del condado de Los Ángeles encontraron la esmeralda en otro depósito de Las Vegas a nombre de dos empresarios, Kit Morrison y su socio Todd Armstrong. Ellos fueron los últimos dueños conocidos. La piedra fue confiscada por las autoridades en 2009 y empezó otro recorrido, esta vez un cruce de demandas entre los supuestos propietarios.
Hasta el pasado mes de septiembre, solo quedaban en pie los argumentos de uno de ellos, Kit Morrison. Entonces, el Gobierno brasileño entró en escena: declaró que la esmeralda había sido exportada de forma ilegal, y que por lo tanto ninguna de las partes podía reclamarla. Exigió a la Justicia estadounidense que desestimase el caso o lo paralizase mientras los dos Gobiernos negociaban una devolución. Ahora, el juez Michael Johnson de Los Ángeles ha declarado que la petición de Brasil no contiene pruebas suficientes para paralizar el juicio.
“El Condado de Los Angeles, que ha abrigado la esmeralda a costa de los contribuyentes, tiene derecho a tomar una decisión”, ha argumentado el juez. El abogado de Kit Morrison, sin embargo, ha dicho en Los Angeles Times que aunque el juez le otorgue la esmeralda a su cliente, Brasil no tiene por qué perder la esperanza. Pagando, claro: “No pueden simplemente llevársela”. La polémica esmeralda sigue en el centro de las disputas entre países . (www.elpais.com)
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