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Las palabras innovación y futuro ya no representan lo que unas décadas atrás querían decir. Hoy, son los conceptos necesarios para que cualquier proyecto tenga relevancia en el presente, sobre todo en el ámbito de la salud.
Aquí seleccionamos los proyectos más increíbles que el futuro, que ya es hoy, depara para la medicina.
Una ambulancia drone
Ideada por la compañía Argodesign en un brainstorming sobre cómo la salud puede volverse más accesible, este drone tendría la posibilidad de transportar un pasajero por los aires, evitando las “muertes salvables” que ocurren porque las ambulancias terrestres no llegan a tiempo.
Está diseñada para aterrizar en cualquier lado, ya que su área es la misma que la de un auto compacto. Podría estar manejada por GPS, por piloto o por ambos y tendría la capacidad de estabilizar al paciente, previo al transporte al hospital, gracias al técnico de Emergencias Básicas que estaría presente en el drone.
La ambulancia drone aún es una idea. Ya existe un prototipo virtual y fabricarla costaría mucho más que su par terrestre, aunque sería significativamente menos dinero que una ambulancia helicóptero. Aunque parece una idea demasiado futurista para ser realizada, es sólo una combinación de los autos autónomos -Google ya está en la etapa de prototipo para éstos- y los drones que ya nos sobrevuelan todos los días.
Nanorobots que operan desde adentro
La nanorobótica es un mundo en el que las máquinas y los robots están a una escala nanométrica, es decir que rondan los 0,000000001 metros. En otras palabras: en una cucharita de té llena de nanorobots habría tres mil millones de ellos.
Los nanorobots orientados a la medicina se crearon basados en la estructura de una bacteria llamada Escherichia Coli, que posee un motor posterior que le permite nadar en el medio interno. La tecnología disponible no permitía reproducir este movimiento, así que se ideó que el nanorobot se desplazara gracias a energía magnética, imitando a la bacteria.
¿Para qué sirven? En una primera instancia, un nanorobot podría depositar una droga en lugares difíciles e inaccesibles como por ejemplo, en el ojo. Allí, nadarían por el humor vítreo -gel que rellena el globo ocular- para llegar hasta la retina y tratar diversas patologías. En un futuro, se pretende que los nanorobots tengan la capacidad de operar al paciente desde adentro: para tratar patologías cardíacas, por ejemplo, se insertarían a través de un catéter para luego ser manejados con un joystick por un cirujano.
Optogenética
Se trata de una rama de la ciencia que se encarga de controlar las neuronas a través de la luz. Es una técnica compleja que se usa en el ámbito de las neurociencias y es la primera que permite estudiar las neuronas en el cuerpo vivo en tiempo real. La optogenética ayuda a comprender cómo se forman las emociones, los pensamientos y el comportamiento, además de permitir tratar enfermedades como Parkinson, esquizofrenia y depresión.
La optogenética se aprovecha de los genes que tienen sensibilidad a la luz y así pueden volverse visibles. Su implementación podría revolucionar la medicina al utilizarse en el ámbito de la terapia genética en patologías como cáncer y enfermedades genéticas difícilmente tratables. También, ayudaría al mapeo cerebral, un campo aún muy inexplorado, para entender cómo funcionan las rutas cerebrales y hasta para curar el insomnio, ya que podría actuar directamente sobre las neuronas que regulan el sueño.
La implementación de la optogenética podría revolucionar la medicina al utilizarse en terapia genética para evitar enfermedades como el cáncer.
Piel artificial
Mucho camino se ha andado desde las prótesis de madera: en la actualidad, se está trabajando en cómo la mente puede controlar las partes artificiales insertadas en el cuerpo. Y no sólo eso, un grupo de investigadores de Corea del Sur y de Estados Unidos está desarrollando una piel artificial para cubrir prótesis capaz de proveer al paciente sensaciones táctiles de presión, temperatura y humedad.
El proyecto pretende que el paciente pueda recrear la compleja sensación de tocar objetos y sus superficies, al conectarse directamente con sus nervios sensitivos. Está formada por silicona transparente con capacidad de estirarse y mantiene una temperatura similar al cuerpo humano, para dar la sensación de tejido vivo.
La tecnología parece alimentar cada vez más a la medicina. Y si bien ya no es novedad, no podemos dejar de nombrar a las impresiones 3D, que prometen avances en campos tan remotos como el crecimiento de nuevas células madres a reemplazos de órganos enteros con muy bajas posibilidades de rechazo.
Vivimos en un mundo moderno y tecnológico, que está alcanzando la ciencia ficción de hace unos pocos años atrás. ¿Qué opinas de estas innovaciones?
Sacada de:
latam.discovery
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