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Cuando propuso la teoría de la relatividad general, Albert Einstein ya mencionó la posible existencia de las ondas gravitacionales, pero ningún físico ha logrado demostrar su existencia. Hasta entonces solo disponemos de evidencias indirectas, sin embargo, una nueva evidencia directa podría confirmar su existencia.
De momento, quedamos a la espera de que el Observatorio LIGO (Observatorio de interferometría láser de ondas gravitacionales, según sus siglas en inglés) anuncie el descubrimiento definitivo. Los rumores de que el anuncio oficial está próximo llegan desde el físico teórico Lawrence Krauss.
“2016 podría traer dos descubrimientos que colorearían la física fundamental en el siglo XXI: nuevas partículas en el LHC y ondas gravitacionales en LIGO”, tuiteó el pasado 4 de enero el físico teórico Lawrance M. Krauss de la Universidad Estatal de Arizona. Este mismo mes, el 11 de enero, volvió a poner en su cuenta de Twitter el siguiente mensaje: “Mi rumor previo sobre LIGO ha sido confirmado por fuentes independientes. ¡Manténganse al tanto! ¡Las ondas gravitatorias pueden haber sido descubiertas!! Emocionante”.
2016 could bring two discoveries that would color fundamental physics in 21st century: New particles at LHC, and Gravitational waves at LIGO
— Lawrence M. Krauss (@LKrauss1) January 4, 2016
My earlier rumor about LIGO has been confirmed by independent sources. Stay tuned! Gravitational waves may have been discovered!! Exciting.
— Lawrence M. Krauss (@LKrauss1) January 11, 2016
Las ondas gravitacionales son ondulaciones en el espacio-tiempo que provocan los cuerpos masivos muy acelerados, como agujeros negros, supernovas y estrellas de neutrones. Cualquiera de estas acciones genera ondas que se asemejan al efecto de arrojar una piedra en el agua.
Por el momento, LIGO prefiere ser prudente con sus hallazgos antes de confirmar nada, a fin de evitar que le suceda lo mismo que al experimento BICEP-2, que se precipitó al anunciar en 2014 el descubrimiento de ondas gravitacionales primigenias, surgidas justo tras el Big Bang, y que resultó no ser cierto.
Vía | Sinc
tomada de: xatakaciencia
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