“Es una amenaza que Bolivia abandone la CIDH”

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El diputado opositor por Uruguay, Gustavo Espinosa, manifestó que si un país abandona la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), tal como lo planteó el presidente Evo Morales en días pasados, este organismo regional perdería razón de ser, razón por la que consideró “una amenaza” esta posibilidad.

 

Según el legislador, que llegó al país junto a la delegación del Parlamento Latinoamericano, la instancia defensora de derechos humanos es similar al Mercado Común del Sur (Mercosur), por lo que al salirse una nación, el ente como tal, “perdería su sentido de existencia”.

 

“Nosotros entendemos de que es importante la labor de esta Comisión, si un país o varios países abandonen no tendría su razón de ser (…) Creo que este tipo de organismo es importante para la región y tenemos que apuntar a sumar países, no a restar”, sostuvo el diputado. 

 

En el país, como parte de una propuesta del presidente Evo Morales, comenzó a “analizarse seriamente” la salida de Bolivia de la CIDH, por considerar a esta instancia como “una base militar” servil a Estados Unidos que no colabora a los países en la resolución de causas.

 

Con similares criterios, el diputado venezolano Carlos Wimmer, explicó la reserva con la que se adhirió su país a la Comisión y compartió las críticas expresadas por el primer mandatario nacional, aunque señaló que existen otras formas de “protestar” y renca minar la agenda de ese organismo.

 

“Cualquier institución regional, normalmente, tiene que estar hecha, debe servir en beneficio de los pueblos, no hay discusión por eso. Hay planteamientos de integrar más nuestros países, pero en el caso de la Comisión nuestro reclamo es que debe estar en territorio Latinoamericano”, expresó Wimmer.

 

A su turno, el diputado chileno Enrique Estay afirmó que es deber de los gobiernos el garantizar para su población en respeto de los derechos humanos “en toda su amplitud”, base con la que justificó el que los Estados no puedan dejar este tipo de organismo. “Los países no pueden dar un paso atrás”, afirmó.

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