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Representantes de diferentes organizaciones sociales afectadas por los proyectos hidroeléctricos en Brasil, Colombia y Bolivia hicieron el lanzamiento de la campaña “No a las Represas en la Amazonía, Sí a la vida”, que busca concientizar y emprender acciones para evitar la pérdida de su territorio a través de estos proyectos impulsados por los Estados.
“No estamos de acuerdo con la construcción de las represas, porque ello provoca una gran contaminación ambiental, grandes pérdidas económicas, sociales y culturales, en toda la región y provocaría un gran endeudamiento”, denunció Herlan Domínguez, representante del Comité Binacional Defensores de la vida amazónica en la cuenca del Río Madera (Bolivia/ Brasil).
Domínguez y más de una docena de representantes de 10 diferentes organizaciones sociales de estos tres países se dieron cita al Encuentro Regional de Afectadas y Afectados por las Represas en la Amazonía que se desarrolló del 10 al 12 de junio en la ciudad de La Paz.
Entre las organizaciones que participaron del encuentro estaba el Movimento dos Atingidos por Barragens de Brasil - MAB Rondonia, organización que aglutina a las comunidades indígenas y campesinos en el vecino país, que además de expresar su apoyo a la campaña para evitar la construcción de represas o los proyectos hidroeléctricos en la Amazonía, compartió algunas de las experiencias de lucha y resistencia en defensa de los derechos, la vida y territorio de esta importante región.
“En Brasil ya estamos en la lucha contra las hidroeléctricas. Estamos en una campaña de No a las represas en la Amazonía. En el departamento de Rondonia han construido dos hidroeléctricas:San Antonio y Girao y ha afectado a más de 10 mil personas y no han traído beneficio para las comunidades, han sido de beneficio para grandes empresas mineras, y en las comunidades no. Ahora se paga una energía muy cara. Brasil está entre los países que tienen el costo de energía más alto del mundo”, declaró el representante del MAB Rondonia, OcelioMuniz.
María Eva Canoe, consejera de CONDEF/COIAB, una organización que aglutina a 46 comunidades indígenas y lideresas de la Amazonía, indicó que no se trata de una campaña en contra de la energía, sino también de proponer, por ejemplo, otro tipo de desarrollo energético, como ser la electricidad limpia, concebida en sistemas la eólica, solar u otras. “Nuestra propuesta es que sí queremos energía, pero no a través de las hidroeléctricas que son destrucción”, declaró.
En el caso boliviano, los ojos fueron puestos en los proyectos hidroeléctricos El Bala y Chepete, donde, según el presidente de la Mancomunidad de los ríos Beni, Tuichi y Quiquibey, Valentín Luna, seis pueblos indígenas serán afectados: chimanes, mosetenes, lecos, chupiamonas, tacanas y eseijas. Además dos reservas naturales estarían en peligro: el Madidi y Pilón Lajas.
“Es lamentable que el Gobierno ponga los ojos en la Amazonía para construir grandes represas, destruyendo inmensos territorios, como El Bala y Chepete (…). La afectación es más de lo que pensamos, Rurrenabaque está próximo, es potencial turísticoy sería afectado, y San Buenaventura y comunidades más abajo”, expresó Luna.
Entre las conclusiones a las que se arribaron en este encuentro están la resistencia a la construcción de las represas y la defensa de la vida en la Amazonía, debido a que genera las siguientes consecuencias:
- Antes, durante y después de la construcción de las represas ya se generan consecuencias, desplazamientos y problemas ambientales.
- Las represas causan inundaciones y si hay inundaciones hay efectos culturales, socio-ambientales y económicos.
- Proyectos de este tipo generan pérdida de territorio.
- Además se observa que hay:
- Falta información. No hay estudios consistentes sobre la construcción de estas represas o no se los conocen. Se demanda información a los diferentes gobiernos porque las comunidades quieren conocer y ser parte de los estudios.
- Y se plantea:
- Generar energía limpia, alternativa y renovable, como ser la solar, eólica y otras.
- Discutir con los diferentes gobiernos de Bolivia, Brasil y Colombia otro tipo de energía, no siempre de carácter hidroeléctrico, a la medida de las necesidades del pueblo y no en beneficio de las transnacionales.
- Debatir un modelo energético descentralizado, tomando en cuenta la autonomía y una economía plural.
Entre las organizaciones que asistieron al encuentro estuvieron: Movimiento Dos Atingidos por Barragens (Brasil), Movimiento Ríos Vivos (Colombia), CONDEF/COIAB (Brasil), Mancomunidad de Comunidades Ríos Beni, Tuichi y Quiquibey (Bolivia), Comité Binacional Defensores de la Vida Amazónica en la Cuenca del Río Madera que (Bolivia-Brasil), Organización Comunal de Mujeres de la Amazonía (Bolivia), Asociación de Pescadores Cachuela Esperanza (Bolivia), Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Guayaramerín (Bolivia), la Comunidad San Miguel (Bolivia) y la Organización de Mujeres Indígenas de la Amazonía-Central.
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