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El primer ministro turco, Binali Yildirim, ha denunciado este viernes un intento de golpe de Estado por parte de sectores de las Fuerzas Armadas.
"Se trata de un grupo dentro del Ejército que se ha alzado", dijo el jefe de gobierno, quien admitió que esos militares habían "rodeado algunos edificios importantes". "Quienes lo han hecho pagarán un alto precio. No haremos concesiones en la democracia", prometió Yildirim.
El ejército turco, en un comunicado leído en televisión posteriormente, dijo haberse hecho con el poder en todo el país. Una agencia progubernamental asegura que el jefe del Estado Mayor ha sido tomado como "rehén" de los golpistas en un cuartel militar de Ankara.
Los avisos sobre una posible asonada comenzaron sobre las nueve de la noche. La Gendarmería, que depende del ministerio del Interior, cerró al tráfico los puentes Bósforo y Fatih Sultan. Aviones y helicópteros militares sobrevolaron las ciudades turcas de Ankara y Estambul, como parte de un operativo de seguridad, según han informado los medios de comunicación locales.
En Ankara se han podido escuchar disparos, de acuerdo con testigos citados por la agencia de noticias Reuters. Esta misma agencia informó de que una fuente presidencial urgió al mundo a solidarizarse con el pueblo turco.
La agencia turca Dogan señaló que numerosas ambulancias habían acudido al cuartel central del Estado Mayor donde según testigos se habían oído tiroteos.
Según el diario digital T24, el edificio donde se halla el centro de los servicios secretos turcos había sido tiroteado desde un helicóptero.
Un gran contingente de policía se ha desplegado en Ankara y ha cerrado los accesos a la céntrica plaza de Kizilay.
Al mismo tiempo, unidades de la Gendarmería cerraron las dos puentes sobre el Bósforo en Estambul, impidiendo todo tráfico de la parte asiática a la europea de la ciudad, informa la cadena NTV.
También se han desplegado tanques cerca del aeropuerto de Atatürk en Estambul, agregó la misma emisora. Todos los vuelos han sido cancelados.
Texto: El País
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