Economía
Primer corregidor de Teoponte pide se vayan
Cooperativistas auríferos dejan sólo Bs500 de regalía
Eleodoro Otoya Capiona.


Martes, 11 Agosto, 2015 - 17:33

Con 83 años de edad, Eleodoro Otoya Capiona espera que la alcaldía de Teoponte llame a un cabildo abierto para asumir una drástica determinación: echar a las cooperativas auríferas del radio urbano y suburbano de esta población, ubicada en la provincia Larecaja y distante a siete horas al norte de la ciudad de La Paz. 

Otoya, aún lúcido, se define como leco nativo. Es un balsero que durante toda su vida vivió de la agricultura de la zona y la actividad económica que movía la explotación aurífera de la exSAPI-COMSUR, que operaba la draga; aquella enorme maquinaria, similar a fábrica de piedra que era expulsada tras seleccionar la arena menuda que acompaña al  oro, extraído de la superficie y a 200 metros bajo agua de los ríos. 

Recuerda que fue el primer corregidor designado en el año 64 durante el gobierno de Víctor Paz Estenssoro, cuando esta población era un cantón más de la jurisdicción del municipio de  Guanay y lamenta que ahora no existan autoridades que puedan siquiera regular la actividad minera en su población. 

“Nos están dejando huecos al pueblo y ya no tenemos pista, ahora queremos que repongan el terraplén”, manifestó, mientras esperaba la realización del cabildo que debió llevarse el pasado 1 de agosto para frenar la explotación aurífera y que –según él– no deja nada a la población. 

Sin precisar mayores datos, señaló que una cooperativa deja como “regalía” apenas 400 a 500 bolivianos para las pocas personas de la tercera edad afiliadas a una asociación. 

Asimismo, confirmó que en una oportunidad recibieron la oferta para trasladar el pueblo a un lugar “más seguro” para evitar daños ante posibles inundaciones.     

Don  Eleodoro - padre de dos hijos, uno fallecido - dijo que rechazaron el traslado del pueblo y pidieron que el cabildo envíe un emisario a la ciudad de La Paz para que hable con  las autoridades de Gobierno y se ponga fin a la explotación aurífera. 

“El pueblo no va permitir el traslado ¿Dónde vamos a ir si la tierra ya está todo trabajada? Esa tierra ya no sirve. Una inundación y se lleva todo. Quieren trabajar (en el radio urbano)”,  señaló.