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El Alto fue escenario del resurgimiento de una disputa por el control de la dirección de los gremiales. Dos sectores de dirigentes enfrentados y que se identifican con el ‘proceso de cambio’ del presidente Evo Morales, se acusaron de corrupción e incluso un fragmento intentó tomar por la fuerza las oficinas de este sector social en la Ceja.
En horas de la tarde del miércoles, un grupo de enardecidos gremiales, a la cabeza del dirigente Henry Illanes, llegó hasta las inmediaciones del edificio de su federación, donde se encontraba reunida una parte de los dirigentes.
El grupo de Illanes lanzó algunos objetos hacia las ventas exigiendo la expulsión del dirigente Braulio Rocha, a quien acusan de presuntos actos de corrupción y de eternizarse en el cargo desde hace 18 años.
“La intención no era expulsar el día de hoy a Braulio Rocha, porque él va a ser expulsado en su momento, pero públicamente, lo que ahora hicimos es expresar nuestro repudio a este dirigente corrupto que quiere seguir encaramándose en la dirigencia. Hace cuatro años fui nombrado como dirigente y me gestión termina este año, pero mi obligación es expulsar a Rocha y convocar a un congreso, para que un nuevo y restaurado comité ejecutivo empiece hacer gestión para el sector gremial”, aseveró Illanes.
Señaló que los “dirigentes corruptos” apoyaron la candidatura de Edgar Patana (quien perdió en la reciente elección frente a Soledad Chapetón) y esa acción es la que los gremiales supuestamente repudian.
“No debería ser así, el proceso de cambio es del nuestro hermano presidente Evo Morales, pero están malinterpretando estos dirigentes corruptos de la Fejuve, COR y principalmente esta persona que se encaramó en la dirigencia desde hace 18 años, estamos hablando de Braulio Rocha, también hablamos de Rodolfo Mancilla, que son cuestionados”, manifestó.
Sin embargo, Rocha vinculó a este fragmento de gremiales a la alcaldesa electa e incluso presumió que la misma Chapetón, bajo la protección de Samuel Doria Medina, envió a los manifestantes para causar destrozos en sus oficinas.
“En la tarde nos han querido asaltar a la federación, dos dinamitas están botadas en la sala, no reventaron, también hay gases que botaron, entonces la familia gremial ha reaccionado, hemos salido con palos para defendernos. Ahí está pues la famosa mentirosa de la derecha que fue electa como alcaldesa, antes de ser posesionada quiso adueñarse de las instituciones de El Alto, pero nosotros no vamos a permitir”, afirmó.
Rocha acotó que los gremiales ahora serán la “pesadilla” de Chapetón y también expresó su firme intención de quedarse en su cargo de dirigente.
“La familia gremial será su pesadilla, quien le habla es una persona de los hechos de febrero y octubre 2003, si yo salgo muerto de aquí, vendrán otros mejores que yo, si ellos nos están buscando (...) nos van a encontrar, no tuve miedo ni a José Luis Paredes, ni a otros gobiernos de la derecha ¿y yo le voy a tener miedo a esta señora de la derecha?”, remarcó.
Asimismo, Rocha declaró en estado de emergencia a toda “su familia gremial”, lo cual significa que estarán día y noche cuidando las oficinas de la institución.
“Ahora si algunas personas nos dicen que nos hemos equivocado (con el candidato Patana), entonces en La Paz el compadre (Guillermo Mendoza) ¿por qué también ha fallado? nadie es perfecto, la Felipa Huanca igual (no ganó las elecciones), entonces ¿por qué echarnos la culpa sólo a las instituciones?”, apuntó.
Ayer, el dirigente regional del instrumento político MAS-IPSP, Daniel Ramos, exigió la renuncia de todos los dirigentes alteños porque supuestamente impusieron candidatos al presidente Morales.
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