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Centenares de adolescentes y niños que habitan por inmediaciones de la plaza La Loba, en la zona de Obrajes de la ciudad de La Paz, se fueron a estudiar a unidades educativas de los barrios de Calacoto, Alto Obrajes y hasta el Centro paceño porque el Colegio Enrique Lindemann, ubicado en la calle 11 de Obrajes, no cuenta con más aulas para albergarlos.
Sin embargo, en la misma unidad educativa hay una construcción de tres pisos del programa “Bolivia Cambia, Evo Cumple” con el financiamiento de 2,4 millones de bolivianos, que está abandonada y convertida sólo en depósito de maderas, ladrillos y por el tiempo transcurrido incluso retoñaron algunos plantines en el primer piso. Parte de la infraestructura ya presenta signos de deterioro. La construcción del bloque de aulas inició en junio de 2012 y debía ser entregada en octubre de 2013.
El presidente de la Junta Escolar, Gabriel Rodríguez, explicó que el nuevo edificio para los cursos de primero y segundo de secundaria, que no tiene la unidad educativa, debía ser entregado hasta fines del 2013, pero quedó abandonado por problemas entre la entidad ejecutora y la empresa constructora.
“En el colegio poseemos 810 estudiantes y sólo tenemos de tercero a sexto de secundaria. La construcción que está a medias era para aulas de primero y segundo de secundaria. Cada curso (de otros grados) tiene cinco paralelos. Incluso, en los cursos hay hacinamiento y lamentablemente pasan en cada aula entre 30 y hasta 41 estudiantes”, señaló.
A inicios de la presente gestión, al menos 500 padres de familia acudieron al Colegio Lindemann con el objetivo de inscribir a sus hijos e hijas en primero y segundo de secundaria, pero fueron rechazados porque no hay infraestructura.
“La obra debería ser entregada en octubre del año pasado, pero está paralizada. La nueva representación de los padres de familia está preocupada y no es atendida por la Unidad de Proyectos Especiales (UPRE). Mientras (ya llegan) las solicitudes de inscripciones para el 2015, al inicio de este año vinieron 500 papás; necesitamos (habilitar) 10 paralelos para primero y segundo, pero para otros cursos necesitamos mucho más”, indicó Gustavo Vidales, director del centro educativo.
Algunos padres de familia manifestaron que intentaron explicar la “necesidad imperiosa” de las aulas al ministro de Educación, Roberto Aguilar, pero en ese proceso fueron obstruidos por el presidente de la Federación de Padres de Familia de Bolivia, Franklin Gutiérrez, afín al Movimiento Al Socialismo (MAS); por tanto, después de las vacaciones de invierno realizarán una asamblea para tomar decisiones.
Gutiérrez, al respecto, dijo que la nueva representación de los padres aún “no ha sido reconocida, por (algunas cuestiones) en el distrito (de La Paz)”. La nueva directiva debe seguir un conducto regular para tener dicho aval.
El problema de la obra “no es competencia del ministro (Aguilar) y menos, mía”, agregó. Consultado ¿de quién contrató la empresa constructora? Respondió: “la UPRE pues, que es la encargada de hacer los contratos”.
El dirigente nacional de los padres de familia argumentó que las construcciones de las unidades educativas es responsabilidad de los gobiernos municipales, en este caso del alcalde paceño. Pero “más bien el Gobierno está apoyando”, sostuvo.
Entonces, Erbol Digital buscó este jueves una entrevista con el director de la UPRE, Alexis Vladimir Mercado Condori, para conocer la situación de la obra abandonada, pero mediante la asistente del ejecutivo, Anastasia Soto, respondió que se hagan las consultas con el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana.
“Directamente con el ministro (Quintana) porque (así) son las instrucciones”, dijo Soto. Ante la insistencia de conocer, por lo menos, el plano para verificar las características de la obra, la funcionaria replicó: “no, porque (así) son (las) instrucciones”.
Este medio de comunicación también buscó comunicarse con el ministro Quintana, pero una de las funcionaras cercanas a la autoridad respondió que “está de viaje” y quedó en viabilizar las consultas, pero en las próximas horas.
Mientras, otros padres de familia de la unidad educativa señalaron que sólo tienen referencia de que el “licenciado Quispe”, funcionario de la UPRE, conoce los detalles de la obra paralizada, pero no saben ni su nombre y menos su cargo. Entonces, Erbol Digital también se comunicó con el “licenciado Quispe”, quien respondió al llamado telefónico, pero al enterarse que era un contacto periodístico no quiso hablar y cortó la llamada.
Datos
Algunos antecedentes se pueden advertir en el frontis del Colegio Lindemann. Un cartel, con la imagen sonriente del presidente Evo Morales, señala que la “construcción (del) bloque de aulas” es ejecutada por la “Constructora & Consultora Aquino” y a cargo del Ministerio de la Presidencia y la UPRE. Fue implementada en 2012 y debía ser concluida en 220 días. La obra tiene el costo de 2.499.089 bolivianos y es financiada con los recursos del Tesoro General de la Nación (TGN).
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