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Cada vez que responde a una pregunta da la impresión que su mente se desdobla e invade espacios fuera del tiempo presente. Freddy Mamani Silvestre es diseñador y no le gusta que llamen despectivamente a su obra “cholet”, “coetillo”, menos “choletito”, prefiere que lo denominen Arquitectura Andina. Erbol Digital habló con él en una de sus obras en la ciudad de El Alto.
El ingeniero y arquitecto, que de niño migró de la provincia a la ciudad, hoy es un exitoso diseñador y constructor de edificios singulares, tiene una personalidad sencilla y tiene fe que El Alto, donde reside, será una de las ciudades más importantes del país, después de Santa Cruz.
Erbol Digital (ED).- ¿Dónde naciste?
Freddy Mamani (FM).- En Catavi, provincia Aroma. La Paz. Somos seis hermanos, cuatro varones y dos mujeres.
ED.- ¿Qué profesión soñabas tener desde niño?
FM.- Quería ser ingeniero. Ahora tengo tres profesiones, soy técnico superior en construcciones civiles, ingeniero civil y arquitecto.
ED.- ¿De cómo creaste el diseño que realizas para las construcciones?
FM.- Me inspiré en las figuras tiwanacotas y los tejidos de la zona andina como los aguayos, taris, chulos, chuspas y otros donde hay diferentes figuras y diseños.
ED.- ¿Cuánto te llevó efectuar el primer diseño?
FM.- Fue un proceso, pasaron 18 años en el desempeño de la construcción.
La arquitectura andina que realizo surgió hace ocho años y la primera fue en la avenida Juan Pablo II, frente a la UPEA.
ED.- ¿Qué colores prefiere más la gente?
FM.- El verde, guindo y el rojo, nosotros ya hacemos la combinación.
ED.- ¿Cuál es la diferencia entre la arquitectura minimalista y el tuyo?
FM.- Mi arquitectura es compleja y la minimalista se puede diseñar en poco tiempo porque tiene pocos detalles.
ED.- ¿Cuántos colores combinas para una construcción?
FM.- No es menos de ocho colores y de ellas se hacen varias combinaciones.
ED.- ¿Se puede aplicar también el diseño en viviendas de planta baja?
FM.- En todo tipo de obras, se puede emplear en plazas, jardines, campos deportivos, pero ahora lo estoy haciendo en edificaciones con pisos, apartamentos y salones.
ED.- ¿Alguna solicitud de diseño por el Gobierno?
FM.- Casi no me metí en obras estatales, sino en algunas obras sanitarias porque este tipo de obras requiere tiempo y paciencia para construirlas.
ED.- ¿Quiénes son los que más solicitan tu trabajo?
FM.- Las familias que se dedican al comercio, la minería, transportistas que viajan al extranjero y otros.
ED.- ¿En qué ciudades del país o el extranjero implementaste tu diseño?
FM.- En Cochabamba, Oruro, Potosí; en los municipios de Llallagua, Copacabana, Achacachi; en el extranjero, en Puno, Perú, y en Brasilea, Brasil.
ED.- ¿Qué características tiene una infraestructura que realizas?
FM.- Como trabajo con gente vinculada con los negocios, generalmente la planta baja son galerías para el comercio; en la primera y segunda plantas (están) los salones; (en) la tercera hasta la sexta o séptima (están) los departamentos para alquilar para que recuperen la inversión; y en la última planta están los chalets que tiene el parrillero y la terraza para los propietarios. El 80 por ciento de las construcciones tienen las fosas para los ascensores, en cinco por ciento ya están funcionando.
ED.- ¿En todos los años de trabajo cuántas obras acabaste y las que están en construcción?
FM.- Son 18 años de trabajo, tengo casi 300 obras realizadas, pero con la arquitectura andina, en los últimos años, tengo por lo menos 60 obras concluidas y unas 20 en ejecución.
ED.- ¿Cómo se llama tu estilo arquitectónico?
FM.- Siento que algunos se refieren de forma despectiva, el diseño se hace en la ciudad de El Alto, que tiene raíces culturales andinas; entonces, no podemos llamar “cholets”, “choletito”, “coetillo” y no sé qué otros denominativos más dan. Como precursor del diseño, que tiene su propia identidad, el estilo se llama Arquitectura Andina de Bolivia, que surge en la ciudad de El Alto.
ED.- En las infraestructuras con características andinas, también se realizan acontecimientos muy ligados con las tradiciones y costumbres.
FM.- Sí, hay matrimonios, bautizos y otras fiestas muy enraizadas con la culturas y las tradiciones, desde la música y la comida.
ED.- ¿Una construcción de cinco o seis pisos cuánto cuesta y en cuánto tiempo se concluye la obra?
FM.- Un promedio entre 200.000 a 300.000 dólares y se podría acabar en dos a dos años y medio.
ED.- ¿Con cuántos obreros cuentas actualmente?
FM.- Hay varias especialidades, desde el constructor, albañil, pintor, cerrajero y otros, que deben ser más o menos 200 personas. En la obra generalmente nos llevamos como amigos, hablo el “mismo idioma” con los obreros porque es un arte lo que hacemos y nos debemos entender.
ED.- ¿Cuál es tu próximo objetivo o sueño?
FM.- Seguir trabajando porque quiero que El Alto desarrolle su propia identidad y orden urbanístico para que sea una de las mejores ciudades del país.
ED.- ¿Pensaste en la política?
FM.- Veo mucha burocracia en la política para obras de magnitud. Pero, si hay oportunidad se puede hacer.
ED.- ¿Tienes tu casa con los diseños que haces?
FM.- Tengo una casa todavía en desarrollo.
ED.- ¿Qué deporte prácticas?
FM.- Fútbol.
ED.- ¿La comida?
FM.- Sopa de quinua, me encanta, luego el plato paceño.
ED.- ¿Bailas?
FM.- No tanto.
ED.- ¿La música?
FM.- Folklórica.
ED.- ¿Admiras a alguien?
FM.- Elmer Hermosa, su arte.
ED.- ¿Hincha de?
FM.- Del Bolívar a morir.
ED.- ¿Por quién apuestas en la Copa Mundial?
FM.- Como sudamericano, por Brasil.
ED.- Algo más que quieras agregar.
FM.- Agradecer al personal que trabaja conmigo y las personas que apoyaron mi emprendimiento. Otra gratitud a los que publicaron el libro sobre mi arquitectura (una obra lujosa).
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