Jueves, 12 Junio, 2014 - 18:08
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Con una fiesta inaugural que arrancó en el estadio Arena Corinthians de San Pablo y ante muy poca asistencia de público, el Mundial de Brasil que costó 9 millones de dólares se puso en marcha. La fiesta duró sólo 26 minutos, convirtiéndose así en la más corta de la historia, y no contó con discursos oficiales. Tanto la presidente de Brasil, Dilma Rousseff, como su par en la FIFA, Joseph Blatter, optaron por no dirigirse al público por el temor a ser abucheados ante el descontento social. (difundir.org)
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